La obsolescencia de los materiales es un problema que a menudo se percibe como gravoso, ya que puede provocar importantes daños en la producción si no se trata a tiempo y de la forma más adecuada a las circunstancias.
La velocidad de la innovación en el sector suele ser un elemento nada despreciable, como lo es la necesidad de las empresas productoras de materias primas de gestionar con precisión la cesta de la oferta, aumentando o desinvirtiendo líneas de productos para preservar el esencial y delicado equilibrio entre la demanda de mercado y disponibilidad.
Una materia prima no siempre se vuelve obsoleta por razones de avance o avance tecnológico: a menudo sucede, de hecho, que el material sigue siendo perfectamente apto para su uso desde un punto de vista técnico pero aún sufre una fuerte caída en la demanda del mercado o, por el contrario, es apartados por el propio productor por motivos de marginalidad insostenible o precedencia productiva destinada a otros materiales.
En Contract Manufacturing, la gestión del componente obsoleto ocurre en concomitancia con dos posibles escenarios, cada uno con un impacto diferente en el inicio y cumplimiento de la orden de producción.
En este caso, el cliente realiza el seguimiento de las listas de materiales internamente y, por tanto, es autónomo en la identificación rápida de cualquier problemas relacionados con la obsolescencia de uno o más materiales presentes en las listas.
En este caso, el socio de producción identifica el peligro de obsolescencia durante el análisis de la lista de materiales del cliente. Las contramedidas se inician, por tanto, en una operación conjunta entre planificación y compras, que activan sus recursos para gestionar y solucionar el problema cumpliendo necesidades que van desde el mantenimiento del impacto económico hasta la limitación del posible retraso en la producción. En este escenario, el Cliente no participa activamente en la solución del problema, sino que cuenta con el Socio de Producción, quien despliega sus recursos y su red para detener la emergencia y garantizar el éxito de la orden de producción que se le encomienda.
En una primera instancia, el impacto en la producción parecería ser mayor en el caso del segundo escenario, en el que se detecta obsolescencia cuando el pedido ya ha sido presentado. Sin embargo, la aparente demora que genera este escenario no debe ser engañosa.
De hecho, es necesario tener en cuenta que el Socio de Producción, al encontrarse gestionando este riesgo para un buen porcentaje de las producciones que realiza por cuenta de terceros, ciertamente cuenta con procesos encaminados a implementar una solución óptima: confiable, rápida, económicamente ventajosa o al menos neutral.
La cadena de suministro de una empresa de producción que gestiona las compras para sí misma y para las empresas clientes probablemente será más amplia y diversificada que la cadena de suministro del cliente y, por lo tanto, contará con la posibilidad de investigar en múltiples mercados y en múltiples frentes.
Muy a menudo, la experiencia en el manejo de problemas similares representa una ventaja capaz de volcar las tarjetas y restaurar el orden en total cumplimiento con los tiempos regulares de finalización de la producción, que siempre representan el enfoque principal en un contexto típico de Contract Manufacturing.
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